Colapso judicial
Uno de los grandes problemas de la justicia es la «alta litigiosidad» que existe en los tribunales y una de las quejas más habituales es la lentitud de la Administración de Justicia. Cada demanda genera una ingente cantidad de documentación a la se tarda mucho tiempo en dar salida. «Para realizar cualquier trámite tienes que enfrentarte a una burocracia que parece sacada del siglo pasado. Hace un mes tuve que renovar el DNI. Saqué mi cita por internet y recibí un mensaje en el móvil para recordarme la fecha y la hora. Esperé diez minutos y no tuve que hacer cola. ¿Tan difícil es hacer algo similar aquí?», reflexiona un ciudadano. Sin embargo, a pesar del colapso generalizado en toda la geografía española, los Juzgados de lo Social son los más rápidos.
A las protestas de los particulares hay que sumar las reclamaciones que se hacen desde dentro de los organismos del Estado desde donde se denuncia una sobrecarga de trabajo porque las plantillas son insuficientes. Carmen del Castillo, del Sindicato de los Trabajadores de la Administración de Justicia (STAJ), recuerda que desde hace cinco años no se crea ningún juzgado para paliar esta situación. «El más castigado es el de lo Mercantil porque en estos momentos está triplicando el volumen de trabajo que debe de tener un juzgado sobre todo desde que se han eliminado las cláusulas suelo. El volumen de trabajo es tan alto que está desbordado. Podemos decir que a día de hoy van por la demanda 1.521», asegura.
Los sindicatos han denunciando reiteradamente la sobrecarga y las malas condiciones laborales con instalaciones deficientes y escasez de material. Para Carmen Castillo, no bastaría con acelerar las convocatorias de los juicio porque otro de los problemas está en las ejecuciones de las sentencias. «El proceso no termina cuando se dicta la sentencia».
Además hay una marcada diferencia entre la situación que se vive en la capital frente a la provincia. El volumen de trabajo es menor en la capital porque las plantillas están más reforzadas. «Tenemos gran problema con algunas sedes judiciales, como la de San Fernando, La Linea y el Palacio de Marzales en Algeciras. Se busca incrementar la eficiencia y productividad para conseguir una mayor calidad de la Justicia pero no se apuesta por el personal».
Castillo cita el caso del Juzgado de Primera Instancia número 4 de Cádiz que este año llegó a estar nueve meses sin titular. «La Junta de Andalucía impide cubrir la plaza hasta pasados tres meses y esto repercute en el resto de compañeros que ven aumentada su carga de trabajo, en los ciudadanos y también en los interinos. Existe trabajo pero no se cubre porque hay consignas». Los juzgados están colapsados.
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