El mostrador de atención al público del Registro Civil de Córdoba, por motivos de COVID tiene colocadas las pantallas protectoras necesarias pero no se está controlando el aforo de personas que acceden a dicha sala. En el día de ayer, martes 8 de marzo, a las 11,30 horas pudimos comprobar que había 23 personas dentro del mismo, cuando el cartel de aforo que hay colocado en la puerta de acceso marca 12 personas.
Los funcionari@s que atienden en el mostrador tienen que alzar la voz para poder informar a los usuarios hasta tal punto que se les oye dentro en el pasillo donde están situados los despachos que tramitan los expedientes.
A todo esto hay que sumar que los puestos de atención al público están muy juntos y se está produciendo a la vez dos o tres conversaciones de atención al mismo, por lo cual todos los allí presentes, de forma natural, elevan la voz para poder entenderse y de ahí que en más de una ocasión los funcionarios terminan con dolor de garganta y de cabeza al final de la jornada.
Por todo ello, el sindicato STAJ, mediante escrito presentado ante la delegación de justicia de Córdoba el pasado miércoles 9 de marzo, ha solicitado, primero, la instalación de micrófonos en las mamparas de protección para que los funcionarios que trabajan allí no tengan que estar alzando la voz de forma desmedida prácticamente toda la mañana para poder entender y atender a los justiciables que allí acuden y, segundo, que se tomen las medidas necesarias para el efectivo control de aforo de dicha sala de espera, de manera que solo puedan acceder a la misma las personas que marca el aforo, debiendo esperar fuera el resto.